sábado, 20 de octubre de 2012


Una apacible y deliciosa tarde de pesca en la laguna del Hato cerca a Ubaté, en Cundinamarca. He aquí experiencia estética... ( o dos?: en la laguna y en el estudio...?)
Este ejercicio se inició con un ensayo sobre la paleta Velázquez, la que usaba el pintor español,  hecha de azul ultramar, ocre amarillo y siena tostado. El consiguió combinar el color, la luz, el espacio, el ritmo lineal y la masa con los escasos pigmentos disponibles a principios del siglo XVII. Fue conocido como el pintor de los pintores. Usaban entonces los maestros una paleta de madera de tonalidad oscura para modelar sus colores al óleo, aumentando el valor a partir de una capa de ocre pardo y finalizando con sombreados  marrón oscuro. Velázquez fue el primero en utilizar los colores que veía en esas sombras, incluidos los azules y verdes. Por su innovación y originalidad influenciaría a muchos aristas, como  Manet, Corot, Goya, Whistler, Sargent... por los siglos de los siglos.
Quise seguirlo usando el siena natural, azul cobalto (para hacer  unos verdes ¨lejanos¨ y azul cerúleo... (los mismos que El pero más cálidos... finalmente, tuve que agregar siena tostado, también. Quería menos colores aun, pero el resultado es armonioso, y muy evocador.

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